Coordinamos

La cooperación portuguesa presenta un modelo de cooperación tradicionalmente descentralizado, basado en una multiplicidad de actores, estatales y no estatales, que «piensan, ejecutan y facilitan recursos financieros para la cooperación».

Con vistas a imprimir una mayor coordinación y coherencia efectiva en la actuación de los actores nacionales, según una perspectiva única, alineada e instrumental para la política externa y para los intereses de los países asociados, se ha estado reforzando el papel de la CIC y del FCD, así como se constituyeron dos cluster – Seguridad y Defensa y Energía y Ambiente – en áreas clave de la intervención nacional y centrales en la promoción del desarrollo sostenible de los colaboradores.

La coordinación es especialmente relevante en un período en el que los recursos públicos son considerablemente más limitados, y en el que se asiste a una multiplicidad creciente de dinámicas y actores, los cuales desarrollan actividades de cooperación y desarrollo en los países colaboradores.

La mejora y refuerzo de los mecanismos de coordinación y comunicación son, así, de mayor importancia, debiendo todavía contribuir a la promoción de sinergias entre los diferentes instrumentos y recursos, independientemente de la entidad financiadora de la Administración Central.